Segundos

Te pienso y aquí estás.

No pude concentrarme en todo el día. Te llamo, me llamas. Te sueño, te deseo y aquí estás.

Tu mirada es diferente, más que diferente, es débil. Te abrazo y eres polvo, huesos y piel que se secaron en estos días. Trato de imaginarte como eras antes, pero solo lo veo en fotos; Ahora tus ojos hundidos hablan del dolor y la angustia mezclado con el amor que sentías por mi.

Te miro con mis ojos empapados y me hundo en lo que me queda de tu pecho; me muero en ti, me desintegro en tu piel y no quiero soltarte, me aferro a la esperanza de tu bienestar, pero de nuevo te levantas después de secar mis lágrimas. Te levantas y ahora te marchas una vez más.

Creo que fue un sueño tenerte estos segundos.

Caminaré en la vida con esta soledad, te llevaré en el alma prendido hasta el final.